Resulta prioritario incorporar una perspectiva de género genuina y transversal, que no se limite a añadir la variable ‘mujer’, sino que transforme los marcos conceptuales y metodológicos incorporando todas las dimensiones posibles de discriminación de la mujer (género, identidad u orientación sexual, origen étnico, edad, discapacidad…entre otros) en la sociedad. Esta es una de las conclusiones del I Congreso Internacional ‘Mujeres y Diversidades: avanzando en igualdad desde una mirada intersectorial’, organizado por el Vicerrectorado de Igualdad, Diversidad y Responsabilidad Social de la UJA y financiado por el Ministerio de Igualdad-Instituto de las Mujeres, que durante los días 23 y 24 de octubre ha servido para reflexionar sobre las dificultades y barreras en la aplicación del enfoque interseccionalidad para una mejor comprensión y estudio de la mujer y la diversidad.
Otras de las finalidades de este congreso ha sido reflexionar, considerando que este año se cumplen 30 años de compromiso desde la Declaración y plataforma de Acción de Beijing, sobre la lucha contra la violencia. “A día de hoy, ningún país ha alcanzado la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida pública y privada, por lo que tenemos que llevar a cabo muchas acciones clave para seguir avanzando los derechos de mujeres y niñas”, considera Nieves Moyano, directora de la Unidad de Igualdad de la UJA.
En este sentido, durante el congreso se ha subrayado la importancia de enfoques interseccionales y participativos que reconozcan la diversidad de experiencias y contextos, porque el género se entrelaza con la clase social, la cultura, la edad o la salud, generando desigualdades múltiples que requieren miradas más inclusivas y metodologías más dialogadas.
Por otro lado, respecto a los retos en materia de igualdad, se ha constatado la necesidad de incorporar una perspectiva de género genuina y transversal, que no se limite a añadir la variable ‘mujer’, sino que transforme los marcos conceptuales y metodológicos desde los que se investiga y enseña. Asimismo, se ha apuntado que los mandatos culturales siguen configurando las emociones de las mujeres —culpa, autoexigencia, negación— y condicionan sus formas de afrontamiento, de cuidado y de relación con el trabajo y la salud.
“Existen algunas divisiones sociales que son más importantes que otras, a la hora de construir ciertos posicionamientos. Aún hoy hay muchas mujeres que sufren múltiples formas de discriminación”, afirma Nieves Moyano.
Durante la celebración de este congreso se ha contado con la presencia de relevantes académicas y profesionales en el ámbito, tales como Wendy Harcourt, profesora de Género, Diversidad y Desarrollo Sostenible en el Instituto Internacional de Estudios Sociales de la Universidad Erasmus de La Haya y que ha sido presidenta de la Red Mujeres en el Desarrollo de Europa y coordinadora de la Red de Formación Innovadora, Ecología del Bienestar, Género y Comunidad financiada por la UE; Alma Pérez, asesora regional de Mujeres, Paz y Seguridad de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe; Lucas Platero, con una trayectoria marcada por el compromiso activista y la defensa de los derechos del colectivo LGBTIQ+; Isabel Martínez Lozano, actualmente directora de Universidades y Promoción del Talento de la Fundación ONCE, quien hasta diciembre de 2011 fue secretaria general de Política Social y Consumo, del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad y anteriormente secretaria general de políticas de Igualdad del Ministerio de Igualdad; o la investigadora María Rodó-Zárate.










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