La delegada territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Soledad Aranda, ha participado este lunes en la conferencia “PAC 2023: principales novedades en Andalucía”, organizadas por Santander Agro en Úbeda, donde ha insistido en la petición hecha al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre la necesidad de modificar el diseño de la Política Agraria Común.

“La nueva PAC va a suponer una serie de incertidumbres que, precisamente en este momento, no vienen nada bien al sector”, ha explicado la delegada en referencia a la difícil situación que atraviesa el campo tanto por la situación actual de sequía como por los niveles de inflación y los costes derivados de la guerra en Ucrania. “Aún estamos en fase de diseño, ya que aún no se ha aprobado la mayor parte de la normativa que la rige, y esto genera desconfianza e incertidumbre en el sector”, ha especificado Soledad Aranda.

Al mismo tiempo, la delegada ha criticado la falta de consenso entre las comunidades autónomas a la hora de diseñar el nuevo plan estratégico de la PAC: “nace de un nuevo modelo de gobernanza en el que la Unión Europea permite a los países un mayor grado de autonomía, pero esto no ha sucedido en España”.

La titular de la Consejería de Agricultura en la provincia de Jaén ha situado en primera línea el impacto socioeconómico que tendría la aplicación de la nueva PAC en el territorio: “se exige más al agricultor con menos dinero, por lo que la merma en el sector será acuciante”, ha señalado. Por ello, ha explicado, Andalucía ha sido la primera comunidad autónoma en establecer flexibilidades y solicitar al Ministerio de Agricultura y Pesca una moratoria en la aplicación de los ecoesquemas, además de que consideren al olivar un ecoesquema per se. “Andalucía es la primera comunidad autónoma en aprobar el régimen transitorio de flexibilidades para la aplicación de los ecoesquemas, algo que va a suponer una disminución de las cargas ganaderas mínimas exigibles para cobrar las ayudas necesarias; además, la rotación de cultivos ha pasado de un 50% de obligatoriedad del terreno al 25% y hemos aumentado en un 20% (del 20 al 40) la posibilidad de dejar la superficie en barbecho, siempre pensando en poder ayudar al sector en una difícil situación como la que atraviesa el campo”, ha explicado Soledad Aranda.

La delegada territorial ha abordado también en esta conferencia los inconvenientes del nuevo modelo de ayudas directas, con el que se modifica la ayuda básica a la renta, pasando de 50 regiones productivas a 20. “Por ejemplo, en el caso de la comarca de La Loma, una de las que mejor ha modernizado sus explotaciones, ahora se integra con otras comarcas, con lo que se produce un trasvase de fondos que va a suponer una pérdida en la comarca de 18 millones de euros anuales”, ha lamentado. En último lugar, Soledad Aranda ha recordado que es “el momento de remar unidos y trabajar para ayudar, en la medida de nuestras competencias, a un sector vital en el medio rural como es el agrícola y ganadero.