1. BREVE INTRODUCCIÓN AL CANON BÍBLICO.-

El Antiguo Testamento (AT) se formó durante nueve siglos donde se reunieron textos legales, historias y leyendas del pueblo de Israel, aproximadamente desde el reinado del rey Josías en el siglo VII antes de la Era común (Ec.) hasta la proclamación del canon bíblico en algún momento del siglo II Ec. por rabinos judíos.

Los cristianos, como es obvio, no siguieron este canon hebreo y recogieron la misma Biblia en su versión griega que se componía de unos siete libros más.

El Nuevo testamento (NT) empieza a formarse tras la muerte de Jesús con la recogida de material oral y escrito sobre su persona; posteriormente Pablo de Tarso escribe sus siete cartas, más tarde, los evangelistas se hacen eco de hechos y dichos de Jesús en sus Evangelios canónicos y, finalmente, se escriben el resto de libros hasta completar los 27 que lo conforman.

El canon cristiano comienza a formarse entre las iglesias paulinas, es decir, las iglesias triunfantes orientadas por la teología de San Pablo, después de los primeros cristianismos, a principios del siglo II Ec. y queda compuesto en su mayoría a finales de dicho siglo y principios del siguiente. El canon definitivo no terminará de organizarse hasta el siglo IV, tanto en la iglesia de Oriente como en la de Occidente.

Aún así, la declaración oficial del canon bíblico entre católicos no se concluye hasta el Concilio de Trento en el año 1568.

Con toda esta trayectoria, podemos suponer que los libros del N T (y también los del Antiguo) han sufrido a lo largo de los siglos gran cantidad de añadidos; en general, a tales añadiduras se les conoce con el nombre de interpolaciones.

2. ¿QUÉ SON LAS INTERPOLACIONES?.-

Según la RAE, una interpolación es una palabra o un fragmento añadido en la transmisión de un texto. Las interpolaciones bíblicas serán entonces aquellos fragmentos de textos que se han ido añadiendo a lo largo de los años, o de los siglos, a la propia Biblia para conformar el libro actual.

Este concepto aclara que la Biblia no es un libro compacto, ni creado con la finalidad de serlo, sino que se trata más bien de un escrito alterado y manipulado en el tiempo.

En nuestro caso, hallamos interpolaciones en forma de frases, de versículos e incluso de capítulos completos. Pueden ser textos largos o cortos que se detectan porque se rompe el hilo del discurso inicial y se altera la armonía estilística, es decir, se pueden diferenciar bien porque cambien la temática de la que se está hablando en el texto, bien porque el estilo del autor lo haga o por ambas cosas a un tiempo.

Sabemos que existen interpolaciones en textos antiguos en general, no sólo en la Biblia. Por ejemplo el autor Suetonio, historiador y biógrafo romano que vivió entre los siglo I y II, durante los reinados de los emperadores Trajano y Adriano y que formó parte del círculo de amistades de Plinio el Joven, cuando habla en su libro «Vida de los doce césares» en referencia al incendio de Roma, aparece una clara interpolación; también en la obra «Antigüedades Judías» de Flavio Josefo, historiador judío romano del siglo I, que nació en Jerusalén, se han detectado interpolaciones en los breves comentarios que hace sobre la figura de Jesús, llevadas a cabo por autores cristianos para realzar la figura del nazareno y divinizarla.

3. FINALIDAD DE LAS INTERPOLACIONES.-

La interpolación puede hacerse con una finalidad concreta o por varias a un tiempo, a saber, para reforzar la figura de un personaje, en el caso de los Evangelios por ejemplo la de Jesús, en el de Hechos de Apóstoles la de San Pablo. También para promover o afianzar determinada fe, para poner opiniones impopulares en boca de alguien más famoso que el interpolador. También por razones estéticas, recordemos que, en este sentido, Tácito, político e historiador romano de época flavia y antonina, que vivió entre los siglos I y II también, y que escribió varias obras históricas, biográficas y etnográficas, entre las que destacan los Anales y las Historias, revisa las epístolas de San Pablo, por motivos de contenido, legitimando ciertas ideas de las mismas.

Otra finalidad de la interpolación era la de rellenar ciertas partes que en los manuscritos antiguos se habían perdido por deterioro de estos, colocando una frase para completar la que se había perdido o parte de esta. Igualmente encontramos interpolaciones repetidas en distintas partes del mismo escrito para presentar o dar relevancia a un personaje o a ciertas características de su vida que, en principio, no la tienen tanto como se persigue, por ejemplo en Hechos de Apóstoles, aparece la figura de Pablo interpolada para dar relevancia a su apostolado; podemos encontrarlo en Hch 8,4 hasta Hch 11,19, interpolación que parece ser que se hace en el siglo IV.

Normalmente, las interpolaciones se hacían de manera clandestina, no era algo lícito ni oficial, así, el dogma de la Santísima Trinidad, por ejemplo, no inicia su consolidación hasta el siglo IV.

4. ALGUNAS INTERPOLACIONES EN EL NUEVO TESTAMENTO.-

A continuación comentaremos algunas de las interpolaciones más evidentes del N T que han sido consensuadas por los estudiosos, con independencia de su confesionalidad o falta de la misma.

4.1. Las interpolaciones en los Evangelios:

Veamos las interpolaciones más plausibles en el Evangelio de San Marcos:

Mc 16: Los dos manuscritos más antiguos de Marcos 16 (del año 300) concluyen con el versículo 8 de este capítulo, el cual termina con las mujeres huyendo de la tumba vacía, y «ni decían nada a nadie, porque tenían miedo» La crítica textual ha hallado dos finales alternativos distintos: el «final largo» (Marcos 16:9-20) y el «final corto» o «final perdido», que aparecen juntos en seis manuscritos griegos y en docenas de copias etíopes. Las versiones modernas del Nuevo Testamento generalmente incluyen el final largo, pero colocado entre paréntesis o en algún otro formato para mostrar que no se considera parte del texto original. Muchos eruditos consideran a Mc 16,8 como el final original y creen que el final más largo (Marcos 16:9-20) fue escrito después por otra persona como un resumen de las apariciones del resucitado y varios milagros realizados por éste. Para el profesor Piñero, en «Viaje a Tierra Santa», Mc 16,17-18 es un párrafo apócrifo, es decir interpolado por los primeros cristanos.

Otras interpolaciones posibles en el evangelio de San Marcos serían: Mc 7,16 apostilla teológica; Mc 9,44 y 9:46 que ya se omiten en las versiones bíblicas modernas porque constan solo de la sentencia tomada del versículo 48, lo que denota su interpolación; Mc 11,26 versículo suprimido de las ediciones modernas; algunos escribas lo tomaron de Mt, 6,15 y lo copiaron entre los versículos 25 y 27, entre otras cosas se advierte porque, si se leen todos estos versículos, vemos que Marcos no pone aquí ninguna frase que indique que ha concluido el tercer día (se aconseja para mayor comprensión leer los versículos mencionados).

Mc 15,28, esta última en clara referencia a Isaías 53,12, destacando a Jesús como el Mesías profetizado, versículo aquel omitido en las buenas ediciones del N T por ser contenido interpolado tomado del Evangelio de San Lucas (Lc 22,37)

Una muy evidente interpolación es la que hace San Mateo en su evangelio cuando se contradice al poner en boca de Jesús la frase de «id y predicar a las ovejas perdidas de Israel», cuando más tarde habla el nazareno de la necesidad de predicar a todos los pueblos de la tierra, evidenciando las directrices de Pablo y su apertura a los gentiles en este último versículo. Ver Mateo capítulo 10,versículos del 5 al 7 y Mateo capítulo 28, versículo 19 (Mt 10,5-7; 28,19)

En este mismo Evangelio, encontramos otra interpolación en Mt 16,13-20, en concreto parecen haberse interpolado los versículos del 17 al 19, cuando Jesús habla con Simón (Pedro) para entregarle las llaves del cielo y hacerle pilar de su iglesia; según los expertos podría tratarse de una interpolación del siglo IV o incluso posterior en pleno proceso de unificación de criterios canónicos, para promulgar la idea de que Pedro avala la teología paulina dominante. Esta interpolación no aparece ni en el evangelio de Marcos, ni en el de Lucas, ni en el de Juan. Es difícil que el Jesús histórico pensara en edificar una iglesia cuando esperaba la inminente venida del reino de Dios a la tierra de Israel.

Siguiendo con el evangelio de Mateo, podemos hallar más interpolaciones: En Mt 16,3, Jesús llama hipócritas a los fariseos, cuando él mismo tenía muchos puntos en común con ellos, incluso, algunos eruditos piensan que él era fariseo.

Mt 17,21, interpolación que pretende poner en valor la oración y el ayuno en las iglesias cristianas.

Mt 18,11, en la introducción de la parábola de la oveja perdida, Jesús se llama así mismo Hijo del Hombre, para tener el aval que hallamos en la expresión del A T, ya que en la literatura apocalíptica del profeta Daniel, la expresión viene a significar «aquel que posee los atributos de ‘Adam (Adán) antes de ser expulsado del Gan ‘Éden (Jardín de Eden), es decir, sin pecado, incorruptible e inmortal (Heb. 4:15)

Mt 23,14: Una interpolación más que arremete contra los fariseos.

En el Evangelio de San Lucas:

Lc 17,36: Versículo omitido en las ediciones modernas porque es una mera añadidura tomada al pie de la letra de Mt 24-40.

Lc 23,17; en realidad no hay constancia histórica de que los romanos soltaran un preso en la pascua Judía y, de ser así, no parece plausible que Pilato quisiera soltar a un preso acusado de sedición tanto si era Jesús como si fuera Barrabás. Es un añadido suprimido en las mejores ediciones bíblicas pues es tomado de Mt 15,6 o de Mt 27,15.

Interpolaciones en el Evangelio de San Juan:

Jn 5, 3-5: Se advierte claramente entre los versículos tres y cinco como se interpola el cuatro para recalcar la divinidad de Jesús.

Jn 7,53: No formaba parte del texto original de Juan pues pertenece al episodio de la adúltera (Jn 81-11), de aire Lucano.

Otra posible interpolación la hallamos en Jn 8,11, donde se realza la figura de un Jesús bondadoso y preocupado por las mujeres.

4.2. Interpolaciones en otros libros del Nuevo Testamento.-

Pero, las interpolaciones, como ya hemos dicho, pueden aparecer en cualquier texto antiguo; veamos las posibles interpolaciones que aparecen en otros libros del N T:

Carta a los Romanos:

Rom 25-27: Parece una interpolación porque es una reunión de motivos paulinos a modo de conclusión conjunta a la colección de cartas paulinas, escritas de manera anónima a principios del siglo II; es posible que se trate de la iniciativa de un escriba bien intencionado que quiso dotar de un final solemne a una carta de Pablo tan importante como la escrita a los Romanos. A veces aparece copiada en los distintos manuscritos antiguos en lugares diferentes de esta misma carta, así en Rom 14,23 o al final del capítulo 15.

Hechos de Apóstoles:

Hch 8,37; añadido ya que está ausente en los mejores manuscritos antiguos.

Hch 9,5-6: Es difícil de considerar veraz este versículo porque hace a Jesús fundador del cristianismo, cuando él no abandonó nuca la religión judía ni pretendió fundar religión alguna.

Hch 15,34: Versículo no atestiguado por la mayoría de los manuscritos antiguos. Quizá se puso para explicar el versículo 40 de este mismo capítulo.

Hch 24,7: Es una glosa inspirada en Hch 23,29, compuesta de acuerdo con los privilegios concedidos por Julio César a los judíos cuando estos lo apoyaron en su lucha por el poder contra Escipión y Catón.

Hch 28,29: Obviamente parece propaganda anti judía frente al cristianismo de los primeros siglos.

5. LAS GLOSAS.-

No debemos confundir una interpolación con una glosa; una glosa es una nota marginal en un texto escrito, empleada para explicar o ilustrar. En general, se le da este nombre a adiciones en un texto antiguo hechas por copistas posteriores, con la intención de aclarar alguna expresión arcaica, o incluso para explicarlo o mejorarlo, cuando, en opinión del glosador, tenía un significado oscuro. Su misión no era ampliar el texto, ya que se escribían al margen. Sin embargo, como las omisiones en las copias también se escribían al margen, en copias posteriores algunas glosas podían pasar, y pasaban, al cuerpo del texto. Se diferencian de las interpolaciones en que éstas sí se añadían intencionalmente al contenido del texto para qué formara parte de él. Una de las tareas de la crítica textual, rama de la erudición textual, la filología y la crítica literaria que se ocupa de la identificación de variantes textuales en manuscritos o libros impresos, en su intento objetivo de reconstruir un texto primitivo, es la identificación y escisión de las glosas, así como de las posibles interpolaciones, del texto. Las Sociedades Bíblicas publicaron en 1965 una edición del Nuevo Testamento griego donde se identificaron cuidadosamente las glosas.

Por regla general, la glosa solía ser una palabra aclaratoria. Si era más larga, una frase por ejemplo o datos, se trataba más bien de una “interpolación” y, por lo tanto, se alteraba el texto. Las glosas se escribían en el margen de la página, pero algunos copistas posteriores del texto glosado, las introducían en el mismo texto, por lo que algunos escritos antiguos requieren un cuidadoso análisis.

6. PARA SABER MÁS:

– Antonio Piñero (2021) Los libros del Nuevo Testamento. Ed. Trotta.

– Antonio Piñero y Jesús Peláez (2007) Los libros sagrados de las grandes religiones: Los fundamentalismos. Herder Editorial.

– Bart Ehrman (2011) Forged: Writting in the name of god. (Los libros del Nuevo Testamento identificados como falsos) Harperone.

– E. P. Sanders (1985) Jesus and Judaism. Fortress Press.

– Juan Eslava Galán & Antonio Piñero (2022) Viaje a Tierra Santa. Ed. Planeta.

– Larry Hurtado (2005) Lord Jesus Christ: Devotion to Jesus in Earliest Christianity. William B. Eerdmans Publishing Company.

– https://www.bibliatodo.com/biblia-paralela/online

-https://www.clubensayos.com/Religi%C3%B3n/Textos-Interpolados-De-La-Biblia-Reina-Valera-1960/697779.html

– Pedro Chico González (2006) Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa. Ed. Bruño.