Los hospitales de la provincia de Jaén han puesto en marcha un comité para seguimiento de tumores torácicos, con el objetivo de compartir conocimientos, valorar y supervisar los casos que se produzcan, contando para ello con un equipo multidisciplinar formado por profesionales de los diversos centros.

El objetivo del trabajo desarrollado es sumar y mejorar la atención a estos pacientes, buscar la mejor estadificación de la enfermedad para poder decidir el tratamiento más personalizado posible. Este comité está compuesto por neumólogos, cirujanos torácicos, radiológos, oncólogos radioterápicos, oncólogos médicos y patólogos.

El equipo multidisciplinar lo confirman los oncólogos radioterápicos Rosa León-Ordóñez, Patricia Barrionuevo y Maximiliano Martos; la administrativa de Oncología Médica Ana Rueda, y los oncólogos Nuria Cárdenas (secretaria del comité), Miguel Ángel Moreno, y Ana Laura Ortega, la Coordinadora de investigación, Capilla de la Torre, los cirujanos de tórax Antonio Bravo, Sebastián Sevilla, y Guadalupe Carrasco; las neumólogas, Concepción Garrido, Celia Lacárcel, Pilar Cano, Lyam Lamrini, y Manuel García Amores; de Anatomía Patológica participa Adela Sabio y en Radiología el especialista Antonio Bueno, todos ellos del Hospital Universitario de Jaén. Además participan del Hospital ‘San Juan de la Cruz’ especialistas en Neumología Antonia Soto, Hugo Ibarra, y Rafael Martínez; del Hospital ‘San Agustín’ de Linares, el neumólogo José María Cruz; y Cristina Villalba, neumóloga del Hospital de Andújar, además de EIR de diversas especialidades que desarrollan su formación en estos centros.

El cáncer de pulmón es el tumor que provoca mayor mortalidad, tanto en hombres como en mujeres. Esta mortalidad se relaciona, entre otros aspectos, con su frecuente diagnóstico tardío, en fases avanzadas, en las cuales las opciones terapéuticas son escasas, disminuyendo la supervivencia esperada. El tratamiento habitual en estos casos es la quimioterapia, la radioterapia, o recientemente la inmunoterapia.

Sin embargo, cuando se diagnostica en fases precoces de la enfermedad, en las que habitualmente se puede realizar una cirugía con intención curativa, la supervivencia aumenta.

Por tanto, para intentar disminuir la mortalidad de este cáncer, resulta fundamental incidir en su prevención, mediante la disminución del tabaquismo, su diagnóstico precoz y nuevos tratamientos.